La firma suiza de joyas y relojes Chopard acompañó como cronometrador oficial al equipo austríaco en la reciente edición del Rally Peking-Paris. Esta carrera es reconocida como una de las pruebas para autos clásicos más duras del mundo en la que durante poco más de un mes, los vehículos atraviesan los terrenos más exigentes y recorren 13.695 kilómetros.
La prueba comienza en Beijing, la capital de China, y atraviesa 11 países, entre ellos: Mongolia, Rusia, Belorusia, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Italia y Suiza para terminar en la Place Vendôme en París.
Ingo Strolz, el piloto del equipo de Austria, aceptó el desafío junto a Werner Gassner, copiloto y mecánico. Strolz manejó el auto más antiguo de la competencia, un American La France Tourer Speedster fabricado hace 99 años que puede alcanzar los 150 km/h de velocidad máxima. Durante toda la prueba los dos participantes llevaron en sus muñecas ejemplares del formidable Mille Miglia GTS Chrono.