La búsqueda de la perfección es una de las grandes obsesiones de la firma suiza Christophe Claret. Este empeño es claramente visible al recorrer la manufactura de la marca ubicada en Le Locle, una zona de la comuna de Neuchâtel (Suiza) en la que tienen su sede alguna de las más refinadas firmas de Alta Relojería.
La frase de Leonardo da Vinci: “Los detalles logran la perfección, pero la perfección no es un detalle”, sirve como inspiración a Christophe Claret y el equipo que trabaja en la Manufactura, una selección de los más destacados artesanos y operarios de la región.
El control de calidad está presente en cada uno de los talleres de la manufactura de Christophe Claret, desde aquellos en los que se funden los materiales hasta los de acabado.
La alta tecnología y las maquinarias más complejas conviven con el trabajo manual de los artesanos relojeros. Esta fusión de hombres y máquinas es la base de la perfección de las formidables piezas de la firma.
El taller de decoración es el lugar en el que la identidad del reloj comienza a tomar forma.
Las máquinas de evaluación hacen un chequeo de los diferentes componentes del reloj.
Luego vendrá el armado. En este meticuloso proceso se ensamblan las diferentes partes del modelo. Aquí vemos como se va construyendo el fantástico reloj X-TREM 1.
Lás máquinas, como la de recorte de zafiro, cumplen también un rol fundamental.
El fabuloso Christophe Claret X-TREM 1 ya terminado.