La estupenda cantante británica Adele estaba en la búsqueda de un nuevo hogar en Beverly Hills y aprovechó una rebaja que tenía la mansión del actor Sylvester Stallone y se la compró por la suma de U$58.000.000.
Se trata de un inmueble muy lujoso de 14.000 metros cuadrados que incluye una vivienda principal con seis dormitorios y nueve baños completos, como así también como una casa de huéspedes.
Entre las características que tiene esta propiedad de estilo mediterráneo y construida en 1994, se destaca su suite principal con sauna incluido, baño de vapor, cocina con paredes de vidrio de suelo a techo, puertas francesas y coloridos muebles. Un plus adicional son su amplio jardín, una piscina, una sala de cine profesional, una habitación construida específicamente para fumar puros que viene con un sistema de filtración de aire, un bar con gabinetes retroiluminados, y hasta un gimnasio totalmente equipado.